Me siento traicionada. Una mujer tiene muy claro donde puede depositar su total confianza, saber a quién arrimarse con la total seguridad de que nunca te fallará. Hoy una vez más la vida me demuestra que me equivocaba.
Y allí estaba yo, totalmente confiada y con la guardia baja, ignorante de la traición que se fraguaba hacia mi persona, y cuando menos lo esperaba, ZAS! Ha ocurrido! Como se ha atrevido!
Le he dado un mordisco a la tableta de chocolate y se me ha partido el diente.
Impensable. Imperdonable.
Si una mujer ya no puede estar tranquila disfrutando de su más sagrado alimento, donde iremos a parar....
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