Hoy ha sido un día de locos. Me han enchufado a una niña (que no es mía) para llevarla al cole a las 7:30 de la mañana. La hija de mi vecina, pero ella se merece una entrada especial. ya llegaremos.
Cuando he dejado a la cría en el colegio me he ido a buscar a mi suegra que tenía que ir al hospital a hacerse unas pruebas, y la verdad es que era larguísima. Así que hemos resuelto irnos al mercadillo que, oh! afortunadas nosotras, estaba hoy en la rambla. Feliz coincidencia.
Decir que se nos ha ido la olla es poco, hemos movido, removido, mirado y mareado en toooodas las paradas. Nos hemos dejado una pasta pero nos ha sentado divinamente. Y es que no hay como sentirte pudiente para poder sobrellevar un poquito mejor la crisis. Un día es un día
Yo he renovado un poco el vestuario (que falta me hacía), aunque sigo fiel a mi estilo de tejanos y zapatillas de deporte.
Y al llegar a casa, la mujer que se siente agradecida por acompañarla me pregunta, "tienes que hacer algo en casa? te ayudo?" y yo haciéndome la inocente "pues hombre tengo que limpiar la cocina, pero no te preocupes que mañana saco la vaporeto y lo hago en un plis" sabéis como ha terminado?
Sí señores y señoras, ha terminado con la buena mujer ayudándome a limpiar la cocina de arriba a abajo, con horno, fogones y armarios incluidos XDDDD
Adoro a mi suegra
PD: Cuando se entere mi madre que me he pasado el día comprando y de paseo por al lado de su casa y no la he llamado si quiera...uuffff que mal rollooooooo.....
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